«Queremos convertirnos en el líder indiscutible de los productos de riesgo reducido». Son las palabras que hace unos meses decía el consejero delegado de Philip Morris, André Calantzopoulos. Llevados por este objetivo de ser los primeros en una nueva era de productos del tabaco de riesgo reducido, la primera tabaquera mundial se atreve a lanzar ‘cargas de profundidad’ que parecen minar el mercado tradicional.

En la misma línea, el director general de Philip Morris para España y Portugal, Mario Masseroli, hacía afirmaciones como «nuestro objetivo es un mundo sin humo». También resulta llamativo leer declaraciones como éstas: “Nuestra ambición es convencer a todos los fumadores adultos actuales, que tienen la intención de seguir fumando, a que se cambien a los productos libres de humo lo más pronto posible”, dice Calantzopoulos.

En definitiva, esa campaña de Philip Morris pretende, sin duda, conseguir que los actuales fumadores se pasen en masa al consumo de su nuevo producto estrella, el Iqos, el dispositivo que calienta el tabaco y no lo quema, en el que la compañía ha invertido cerca de 2.700 millones de euros. Una inversión millonaria en busca de un nuevo Grial que les asegure mantenerse en el lugar de privilegio en las ventas de los nuevos productos sin humo.

Los actuales fabricantes de Marlboro parecen haber ganado la partida a sus competidores en este nuevo mundo ‘sin malos humos’. Pero que hayan sido los primeros no significa que las otras grandes tabaqueras renuncien a su trozo del pastel. De hecho, British American Tobacco también ha invertido unos 1.300 millones de euros en los últimos seis años para el desarrollo de lo que se conoce ya como los NGP (New Generation Products, según sus siglas en inglés).

Si Philip Morris tiene su ‘Cubo’ de cristal en Suiza, los científicos de BAT trabajan en un centro de I+D en Southampton y en un laboratorio de Cambridge (ambos en el Reino Unido). El resultado de las investigaciones del fabricante de Lucky Strike ha dado como resultado tres productos diferentes:

  1. Glo, competencia directa del iQOS. Calienta el tabaco y por ello reduce el 96% de sus emisiones perjudiciales, según diferentes estudios científicos.
  2. Vype Raptor. Es un vapeador o cigarrillo electrónico con distintas variantes. No contiene tabaco pero libera nicotina en forma de vapor que se inhala, reduciendo la toxicidad en un 99% respeto al cigarrillo tradicional. Dice BAT que se asemeja mucho más a la sensación de fumar porque las partículas de vapor son de mayor tamaño.
  3. IFuse, un dispositivo híbrido que funciona también como un vapeador, pero con tabaco.

Por su parte, Japan Tobacco Internacional ya lanzó en 2014 en Francia un producto que calentaba el tabaco y no lo quemaba, el Ploom. En su lanzamiento se vendía en paquetes de 24 cápsulas que tenían un precio de 6 euros. Pocas noticias más hemos tenido de este dispositivo que, como el Glo, todavía no ha llegado a España.

En definitiva los dispositivos que calientan pero no queman el tabaco (‘heat not burn’) persiguen ofrecer al consumidor una alternativa menos nociva para su salud, un viejo sueño de la industria del tabaco que parece ahora más cercano.

El CEO de BAT, Nicandro Durante, reconoce que «Japón es el único mercado donde los productos que calientan el tabaco han tenido éxito hasta ahora». De hecho, el Iquos llegó a agotarse en su lanzamiento en 2016. Todas las compañías piensan, no obstante, que el futuro pasa por estos nuevos dispositivos.

Dejamos un dato en este sentido. Las ventas de HEETS (las cápsulas para el Iqos) en los estancos de España hasta el mes de septiembre de 2017 han ascendido a 9.452.572 euros, lo que supone ya el 18,6% del total de ventas del mercado de pipa en nuestro país. Por contra, el Glo de BAT, presente ya en mercados como Japón, Canadá y Suiza, todavía no tiene fecha de aterrizaje en España. Así que está claro que Philip Morris una vez más ha sido fiel a la vieja táctica de ‘quien golpea primero, golpea dos veces’. De momento, el sueño de André Calantzopoulos de liderar el mercado de productos de riesgo reducido parece que se hace realidad.