La producción de tabaco en España se cerrará en 2016 con unas 30.000 toneladas, una cantidad similar a la del año anterior. Los datos los ha aportado el director de la Organización Interprofesional del Tabaco (Oitab), Ricardo Miranda, en una entrevista concedida a la Agencia Efe y que podemos consultar en diferentes medios de comunicación. La Oitab es una entidad que representa al 96% de la rama productora (agrícola) y de la industria encargada de la primera fase de transformación del cultivo de tabaco.
La estabilización de la producción del cultivo se producirá pese al retraso que ha tenido la campaña. Todo dependerá, finalmente, de la climatología: si no llueve en exceso y no hay heladas a principios del mes de noviembre. De las 30.000 toneladas previstas, el 93% pertenecen a la variedad Virginia (27.900), unas 1.500 toneladas son de la variedad Burley y otras 500 de Havana.
La superficie del cultivo de tabaco en nuestro país también permanece estable respecto al año anterior: existen unas 9.000 hectáreas, de las cuales el 97% se concentran en la provincia de Cáceres. El resto, en Granada.
Se calcula que del cultivo del tabaco viven unas 20.000 familias, contando empresas auxiliares y de servicios. «Si nos limitasen la producción, la zona del norte de Cáceres se vendría abajo de forma bárbara», advierte Miranda.
PREOCUPACIÓN POR EL CONTRABANDO DE TABACO Y MAYOR ESTABILIDAD NORMATIVA
Ricardo Miranda ha destacado el aumento del contrabando como uno de los motivos de la caída del consumo de tabaco. Un punto de vista que compartimos desde la Asociación de Estanqueros de Valencia. El presidente de la Oitab deja claro que “es difícil que haya tabaco en un contrato con la industria que luego acabe en el mercado ilícito (…) No digo que no haya nada, pero lo normal es que se cumpla con el contrato, porque además los agricultores deben presentar declaración para recibir ayudas (europeas en el marco de la Política Agraria Común)».
La entidad también pide una continuidad en materia normativa para poder seguir operando y ver el futuro con confianza. A su parecer son claves tanto los acuerdos plurianuales con la industria manufacturera como «que la regulación que viene de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sea coherente y no se adopten medidas irracionales».
Miranda se refiere especialmente a los comentarios que circulan sobre la próxima cumbre de la OMS en Delhi. Se especula que pretende instar a delimitar el contenido de nicotina ya en la propia hoja de tabaco. A juicio de la Organización Interprofesional del Tabaco reducir más los niveles resulta «imposible». «Depende del suelo, del clima, del programa de fertilización, etc. Si lo que quiere la OMS es que empecemos a emplear variedades genéticamente modificadas… Igual esas medidas van contra los intereses generales», comenta Miranda.
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