La consultora KPMG acaba de hacer público un estudio sobre el mercado ilícito de tabaco en la Unión Europea, Suiza y Noruega. En el trabajo, elaborado con la colaboración de los cuatro grandes fabricantes de tabaco a nivel internacional (Imperial Tobacco, Phillip Morris, British American Tobacco y JTI), se pone de manifiesto que en España el consumo doméstico legal de tabaco representa el 89’8% del total. Por su parte, el 6’2% del consumo de nuestro país procede de productos falsificados y del contrabando. Ese 6’2% equivale a 2.910 millones de cigarrillos durante el 2015, lo que hubiera supuesto unos ingresos fiscales de 509 millones de euros.
Además, hay que tener en cuenta que otro 4% del total de cigarrillos consumidos en España (se excluye Canarias) tiene una procedencia legal aunque no han sido etiquetados en nuestro país. Precísamente, más del 80% de los flujos de tabaco no doméstico legal en 2015 provinieron de países vecinos con precios más bajos. Estas entradas en nuestro país se producen por flujos de desplazamientos y por trabajadores fronterizos, como es el caso de Gibraltar y Andorra, con un 0,74% y un 0,59% respectivamente.
En el informe, KPMG destaca que la entrada en España de las denominadas ‘marcas blancas’ (etiquetadas sin país específico) y de los productos falsificados y de contrabando etiquetados de Gibraltar disminuyeron en 2015 un 51% respecto al 2014. En este sentido se ha constatado un aumento de las inspecciones por parte de las autoridades españolas.
1 DE CADA 10 CIGARRILLOS ES ILÍCITO
Más allá de los datos concretos de España, el ‘Proyecto SUN‘, que es como se llama el informe elaborado por KPMG, pone de manifiesto que desde 2010 el comercio ilícito representa 1 de cada 10 cigarrillos consumidos en Europa.
Según el informe, el volumen total del consumo de falsificaciones y contrabando en la Unión Europea fue de 53.000 millones de cigarrillos. Francia y Polonia fueron los países que soportaron durante el 2015 los mayores volúmenes. Si el volumen de falsificaciones y contrabando de la UE se hubiera consumido legalmente, los ingresos fiscales habrían aumentado en Europa aproximadamente unos 11.300 millones de euros.
Más allá de todas estas cantidades, también se pone de manifiesto que la falsificación y el contrabando de cajetillas disminuyeron un 6% respecto al año anterior. La explicación de esta disminución se enmarca dentro de un entorno de mejora de la situación económica, así como un aumento de las actividades policiales contra el comercio ilícito. Además, muchos países de la UE han estabilizado los precios del tabaco (España, por ejemplo) lo que a su vez ha contribuido a otra estabilización de las ventas domésticas legales. En este sentido se ha invertido la tendencia de los anteriores 5 años.
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