La Asociación de Estanqueros de Valencia quiere hacerse eco del comunicado que ha hecho público la Unión de Estanqueros de España sobre las consecuencias que puede provocar un aumento de los impuestos especiales del tabaco. La Unión quiere advertir del riesgo que supondría una subida de impuestos que se da por hecha desde todos los analistas económicos. Desde su punto de vista el posible aumento es “un grave error” ya que “reduciría los ingresos públicos y desviaría el consumo al mercado ilícito”.
El Gobierno se ampara en que la subida viene obligada para cumplir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que se obliga a España a modificar el sistema de doble mínimo. Aprovechar esta modificación para subir los impuestos supone “una equivocación que perjudicará tanto a las arcas públicas como al sector tabaquero”, según afirma el presidente de la Unión de Estanqueros, Mario Espejo.
El argumento de la mayor agrupación española de estancos se basa en lo que ya ocurrió en el año 2010. La entonces vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, anunció una subida moderada del impuesto sobre las labores del tabaco que supondría unos ingresos adicionales para la Hacienda pública de unos 780 millones de euros. «La realidad fue muy diferente a lo previsto por la ministra», explica el comunicado. El resultado fue que, a partir de ese año, las ventas de cajetillas de cigarrillos bajaron más de un 35%, hasta los 2.325 millones de cajetillas en 2015, mientras que el número de fumadores sólo descendió un 3%.
Estas cifras demuestran que se produjo un trasvase de fumadores desde el circuito legal de venta hasta el mercado ilegal. Primero pasó con las cajetillas y ahora se nota especialmente con el tabaco picado.
“Los datos encajan si tenemos en cuenta que la subida de los impuestos y la caída de la recaudación por impuestos especiales coinciden con el resurgimiento del contrabando de tabaco en España, que hasta 2010 no pasaba del 4%. En 2014 esta cuota de mercado se había triplicado y alcanzaba el 12,5% a nivel nacional y alrededor del 50% en Andalucía y Extremadura”, apunta Espejo.
Por tanto, “subir los impuestos del tabaco no es la solución, es agravar los problemas”. “Los estanqueros lo sabemos bien, hemos sufrido las consecuencias en ocasiones anteriores”, recuerda el presidente de la Unión de Estanqueros. Hay que añadir que en la actualidad el 80% del precio de las cajetillas se corresponde al pago de impuestos y tasas.
Además, hay que tener en cuenta que ahora el contrabando de tabaco se sitúa en torno a un 9,9 % de todo el comercio de tabaco y este dato supuso unas pérdidas para el Estado de unos 800 millones de euros durante el año 2015.
Para la Unión de Estanqueros, que representa a unos 13.500 estancos de toda España, está claro que un aumento de precios hace que los consumidores dejen de comprar en el estanco y busquen “refugio inicialmente en productos más baratos”. Esto está pasando claramente con la picadura de liar: atrajo en un principio a muchos clientes que, cuando vieron cuánto subía de precio, acabaron recurriendo al contrabando.
Os dejamos AQUÍ un enlace de la web de la Unión de Estanqueros en el que podéis leer esta información.